Todo lo que debes saber sobre la eficiencia del riego
Entendemos como eficiencia en el riego la proporción entre el volumen del agua captado por las plantas y la cantidad que usamos para regarlas.
De esta forma, determinaríamos la eficiencia restando al agua aportada en el riego las pérdidas ocasionadas por diferentes factores.
Estas pérdidas de agua o falta de aprovechamiento se pueden originar en los canales de la instalación, en las tuberías que realizan la distribución. Podemos diferencias dos tipos de pérdida del agua de riego:
Contenidos
Pérdidas por distribución
Suelen ocasionarse en los casos en que la distribución de agua se realiza por medio de canales abiertos, mediante lo que se denomina evapotranspiración.
También puede deberse a una fuga de agua en los canales o en las tuberías a causa de fallos en la unión de los tubos por un exceso de presión o golpes producidos por las maquinarias agrícolas.
Otra causa son las roturas de dichos canales.
Pérdidas por uniformidad
En función del sistema de riego que se utilice tendrá una uniformidad determinada. Las variables que pueden incidir en esta uniformidad son muchas: el tipo de emisor del riego que se use, los caracteres peculiares del terreno, pendientes que provocan la escorrentía del agua, etc.
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Eficacia según los sistemas de riego
Teniendo en cuenta la eficacia de los diferentes sistemas de riego, podemos clasificarlos en:
Sistema de riego hidropónico
Este método es el que mayor eficiencia tiene, porque el agua se aprovecha en su totalidad mediante labores de circulación realizadas en los drenajes.
Método de riego localizado
En este sistema, el riesgo de pérdida de agua por evaporación es mínimo porque el agua se aplica directamente sobre la planta.
Aspersión
El riego no es tan eficiente como en los dos casos anteriores.
El agua procedente del riego permanecerá en la superficie del suelo, estando expuesta a la posible evaporación, a la deriva que origina el viento, etc.
Riego mediante inundación
De todas las modalidades de riego, es el que menor eficiencia tiene.
Una elevada proporción de agua se va a perder a causa de la evaporación, por permanecer en el suelo inundado, por las pendientes que forma el perfil de los terrenos de cultivo, etc.
Tipos de riego
Aunque la tipología de riegos es grande, los que favorecen una mejor eficiencia son el riego por surcos, por goteo y por aspersión.
Riego por surcos
Este método se basa en la circulación del agua por canales e infraestructuras previamente configuradas.
Las hojas de las plantaciones no tienen un contacto directo con el agua del riego.
Es un método sencillo que no precisa de una gran instalación, por lo que tiene unos costes inferiores a otros sistemas.
Como inconvenientes, cabe citar que no es un buen sistema en el caso de que haya pendientes muy marcadas.
Además, se necesita mucha agua para el riego, y existe el riesgo de pérdidas por evaporación.
Riego por goteo
Con la ayuda de tubos que están a nivel de suelo, o bien enterrados, se realiza este sistema que permite el ahorro de gran cantidad de agua en las labores de riego.
Este método permite que se riegue exclusivamente en la zona donde se necesita, lo que evita el surgimiento de malas hierbas.
Como inconveniente, se exige una inversión inicial.
Riego mediante aspersión
El efecto de lluvia fina será lo que origine el riego.
Este sistema posibilita el ajuste de la orientación de las labores de riego, y también la potencia, consiguiendo que llegue de forma homogénea a la totalidad del cultivo.
Al mojarse la planta por completo, no sólo sus raíces, existe el riesgo de enfermedades.
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