Agricultura y tecnología, una fórmula de precisión
Según cuenta la historia, el ser humano ha trabajado la tierra para alimentarse desde hace más de cinco mil años.
A partir de ese momento la forma de cultivar ha evolucionado, pasando de procesos manuales y poco tecnificados a métodos más eficientes apoyados en diversas máquinas.
Pero lo que está sucediendo en la actualidad podría convertirse en uno de los grandes hitos de la agricultura, en el que la tecnología y la información se convierten en herramientas de bolsillo para el agricultor. Esta ‘revolución’ se conoce como agricultura de precisión (AP).
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¿Qué es la agricultura de precisión?
Pese a que el nombre suene complejo, la agricultura de precisión resulta muy fácil de explicar y de entender: consiste en utilizar herramientas tecnológicas -como el GPS, cámaras o drones- para obtener información detallada del terreno y hacer una gestión adecuada y oportuna de los insumos en las diferentes zonas del cultivo, dependiendo de sus necesidades particulares.
Así, el agricultor reduce gastos, realiza una producción más efectiva y le da un tratamiento óptimo al suelo.
El agricultor de parcelas con poca extensión conoce los pormenores del suelo y sabe que, por ejemplo, donde el terreno es inclinado se pueden generar encharcamientos, por lo que tendrá que arar a mayor profundidad para evitar que el agua se empoce.
Pero en los casos en los que los cultivos ocupan más espacio o el agricultor no puede constatar periódicamente el estado del suelo, se suelen toman decisiones sobre los lotes como una unidad productiva como si éstos fueran homogéneos.
El resultado: se desconocen los detalles de los terrenos y no se puede hacer una gestión adecuada.
La agricultura de precisión, que surgió en Estados Unidos, en la década de 1980, llegó a España con el cambio de siglo, aunque su implementación ha sido lenta.
Sin embargo, cada vez es más frecuente encontrarnos a granjeros con un ordenador o dispositivo móvil monitoreando sus terrenos o capturando imágenes aéreas con drones para trabajar con información precisa y en tiempo real.
Las ventajas de la técnica de precisión en la agricultura
Una de las ventajas de esta técnica de gestión agrícola y que facilita el día a día en los campos es la detección de problemas en áreas específicas a través de sensores instalados: escasez de fertilizante, crecimiento de mala hierba, plagas, falta de agua, entre otras. Inclusive hay sistemas que alertan al agricultor por medio de mensajes de texto (SMS) y lo asesoran para iniciar el tratamiento requerido y superar las dificultades.
Otro ejemplo de la efectividad de la agricultura de precisión son las aplicaciones localizadas de recursos costosos, escasos o que requieren una mayor exactitud, como los fertilizantes, el agua o los productos fitosanitarios.
Para ello, se implementan métodos de riego o fertilización automatizados que ajustan las dosis según las necesidades del terreno, previniendo gastos innecesarios.
Adicionalmente, las diferentes tecnologías se van acoplando y ofreciendo mayores posibilidades, como las máquinas sembradoras con sistemas de obtención de datos de rendimiento en tiempo real, o la implementación en otros sectores de este tipo de gestión tecnológica, como ocurren en la ganadería.
Un informe hecho en 2014 por las Naciones Unidas indica que la población mundial superará los nueve mil millones en 2050, lo que desde ya supone un reto para producir alimentos suficientes.
Es allí donde estrategias como la agricultura de precisión cobran una mayor relevancia para el sector productivo y para el planeta.
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