Ventajas de los fertilizantes orgánicos en la agricultura ecológica

fertilizantes ecológicos

Si eres productor de agricultura ecológica, sabrás que no es sencillo encontrar fertilizantes orgánicos de calidad y a precio competitivo.

Este sistema de producción se basa en limitar el uso de químicos y potenciar el de los recursos orgánicos naturales. Por eso, sus organismos de control y certificación tienen muy regulado el uso de fertilizantes, y solo consideran aptos para su utilización a unos pocos.

A este respecto, si quieres mejorar la fertilidad de tu suelo a largo plazo, el compostaje es uno de los mejores fertilizantes orgánicos, pues su procedencia es totalmente natural. Se obtiene gracias a la descomposición que llevan a cabo ciertos microorganismos en desechos de alimentos, poda, jardinería o estiércol, entre otros. El resultado es, con el tiempo, una tierra llena de nutrientes que funciona como abono.

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Tipos de fertilizantes en agricultura ecológica

La producción ecológica se aborda desde 2 tipos de mentalidad: la de aquellos que se limitan a cumplir con la normativa, y la de quienes enfocan todas sus acciones en conseguir una producción lo más sostenible posible, que sea respetuosa con el medio ambiente y –por supuesto– libre de químicos.

La normativa que regula la agricultura ecológica permite la utilización de fertilizantes orgánicos líquidos de rápida absorción. Estos, que se pueden emplear como sustitutos de los minerales, se adaptan a la forma de producción y mentalidad intensivista.

Sin embargo, la opción más coherente y sostenible a medio-largo plazo para la agricultura ecológica es la potenciación de las propiedades del suelo y el uso de fertilizantes compostados. Estos son los más ricos en carbono, de liberación más lenta y son precursores del humus.

La importancia del suelo en la agricultura ecológica

El factor que determina el éxito de una producción ecológica es la riqueza del suelo.

Por eso, en agricultura ecológica el foco del abonado no tiene que ponerse en las plantas, sino en el suelo. Este es el que después las va a nutrir y va a condicionar su desarrollo. Cuanto más rica sea tu tierra, menos dependencia de fertilizantes tendrán tus

productos.

Si quieres convertir una parcela cultivada de forma tradicional, es probable que te encuentres con un suelo con poca actividad biológica y bajo contenido de materia orgánica. En este tipo de terreno, denominado “suelo muerto” por algunos, la productividad es completamente dependiente del uso de pesticidas y químicos, y normalmente presenta compactación.

¿Cómo potenciar con fertilizantes orgánicos la productividad de un suelo con “poca vida”?

Para incrementar la capacidad productiva de un suelo de este tipo, tienes que aumentar su nivel de materia orgánica y su actividad biológica. Es un proceso largo que ocurre de manera natural en los bosques y praderas, pero que tú puedes acelerar en tu campo con un manejo adecuado.

La mejora de la fertilidad del suelo a largo plazo debe abordarse imitando el proceso que sigue la naturaleza.

En este sentido, puedes aplicar materia orgánica con mantenimiento de una cubierta vegetal permanente. Las hierbas contribuirán a la descomposición de la materia orgánica y a la vez protegerán el suelo.

Los beneficios del compost

Para aumentar el contenido de materia orgánica a largo plazo lo mejor es el compost. Este es un tipo de fertilizante estabilizado que libera los nutrientes lentamente, y mejora las propiedades físicas del suelo.

Debes tener en cuenta que durante los primeros años del cambio de manejo, el suelo no va a tener disponibles todos los nutrientes necesarios, por ello tendrás que aportar fertilizantes de mineralización más rápida para suplementar. A largo plazo y manteniendo las aplicaciones anuales o bianuales de composts de diferente naturaleza, tendrás un suelo rico y vivo que no necesitará nada más, y que será la base del éxito de tu producción ecológica.  

Si tienes la posibilidad, es muy recomendable que produzcas tu propio compost con recursos propios o próximos, así reducirás notablemente el gasto en fertilizantes.  

Como ves, si trabajas para mejorar tu suelo, este será más autosuficiente y la fertilización a nivel inmediato pasará a un segundo plano. Espero que este artículo te ayude a conseguir un suelo rico y lleno de biodiversidad, clave del éxito en la agricultura ecológica.

Otro punto importante para la rentabilidad de cualquier explotación agrícola, ya sea o no ecológica, es llevar un registro de todas las acciones que se realizan. Esto permite hacer un seguimiento de los procesos y optimizarlos cada día en función de sus resultados. Por eso te recomiendo apoyarte en herramientas como Agroptima, que además de ser muy intuitiva y fácil de usar, funciona sin cobertura para que puedas utilizarla mientras trabajas en el campo.

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